sábado, 2 de mayo de 2009

La espalda del ciclista.

A los ciclistas les preocupan más las piernas, los motores principales del pedaleo, y también quizá un poco los brazos, que tienen que sujetar con fuerza el manillar.

¿QUÉ PASA CON LA ESPALDA?

Sin la asistencia de gran parte de la musculatura de la espalda no habría manera de sacar un buen rendimiento a los cuadríceps, glúteos y gemelos tan directamente implicados en el pedaleo.

Hacer fuerza con las piernas se traduce en impulso. Es gracias a que hay unos músculos aguantando el tipo que hacen que el cuerpo no se gire, no flexione el tronco, etcétera. Estos músculos, tienen una función estabilizadora: sujetan las caderas y el tronco, lo que permite el pedaleo.

Gran parte de la musculatura estabilizadora se encuentra en la espalda. Y realiza dos funciones principales:

1) Mantener la posición. Te subes a la bicicleta, y nada más colocarte en la posición correcta, sin empezar a avanzar, tienes a tu espalda trabajando. La postura, con el tronco inclinado hacia delante, reparte el trabajo entre la musculatura de tus brazos (sobre todo los tríceps) y la de tu zona lumbar, dorsal y cervical. Es un trabajo que se denomina isométrico, porque los músculos están en tensión pero sin producir movimiento, sin contraerse, sin extenderse ni acortarse.Si tu tronco no se cae sobre el tubo superior es por esa constante contracción de los músculos lumbares, que evitan una mayor flexión, y si tu cabeza permanece erguida, con una visión clara de lo que pasa por delante, es porque la musculatura cervical tira de ella hacia arriba, sin moverla pero sin dejar que caiga delante.

2) Acción dinámica. Tu espalda no sólo trabaja isométricamente, también le toca de vez en cuando producir movimiento, como cuando haces el gesto de ponerte en pie sobre los pedales u oscilas la bicicleta de un lado a otro. Si se pedalea de `pie, esta labor dinámica cobra mucha más importancia, ya que mueves más tu tren superior para ayudarte a guardar el equilibrio, tiras más de espalda-brazos para colocar la bici y acelerar.
La gran mayoría de las molestias en la espalda del ciclista se dan en la zona lumbar. A diferencia de otros deportes, en la bici los discos intervertebrales no sufren mucha presion ya que parte del peso se distribuye sobre el manillar. Sin embargo, la posicion de la bicicleta crea un desequilibrio en la pelvis, dado que hay músculos que tiran de ella hacia delante y otros hacia atrás.En su mayor parte, las acciones de los músculos que intervienen en el pedaleo tienden a girar la pelvis hacia delante y eso crea tensiones en la columna, que ha de adoptar una curva más forzada a la altura de la región lumbar, lo que produce dolor.

El modo más sencillo de evitar problemas lumbares es dar más tono a los músculos que ayudan a rotar la pelvis hacia atrás (abdominales, isquiotibiales, piriformes), además de estirar los músculos contrarios que, por estar más tonificados, se han ido acortando.

Recuerda:
1) Abusar de desarrollos largos crea tensiones elevadas en la zona lumbar; lleva cadencias altas y no uses desarrollos duros hasta asegurarte de que tu condición aeróbica y muscular es lo suficientemente alta.
2) Haz ejercicios para obtener equilibrio de los músculos de la región lumbar y abdominal.
3) Algunos tipos de abdominales pueden agravar la situación en vez de aliviarla.

El trabajo core trainig es muy recomendable para fortalecer bien esta zona.